Y si, más allá del resultado de las elecciones, se respira un clima de tranquilidad, porque después de un año de elecciones, es otra cosa poder terminar con esta incertidumbre y volver un poco a la normalidad. 

El resultado como era lógico arrojó ganadores y perdedores, pero hoy estamos todos en el mismo país, y debemos confiar en que el “pueblo no se equivoca” y si este cambio fue acertado solo el tiempo lo dirá.

Lo más importante es que se consolidó la Democracia, que la elección fue tranquila, con un importante porcentaje de votantes más allá de las campañas por la deserción. 
Buscando ahondar en números votaron 25.992.604 ciudadanos repartidos en 14.476.462 para Milei y 11.516.142 para Massa lo que arroja una diferencia de 2.960.320 o sea en la realidad y por ser una polarización son 1.480.160 que decidieron con su voto el resultado...porque el que suma en un lado, resta en el otro y vale doble. 
O sea que más allá de los 10 puntos de diferencia hay un amplio sector que todavía sigue confiando en el peronismo, UxP o como se llamen de ahora en más. 

El desafío como ciudadanos es poder superar todo lo vivido y escuchado en estas campañas, no continuar revolviendo lo que dijeron porque eso nos lleva a un circulo sin poder avanzar. 

Para los políticos analizar que hay un 44 % que no esta de acuerdo con este resultado, y será su responsabilidad dejar gobernar y como dice el refrán “para conocer al rengo hay que verlo caminar”. 

Pero más allá de lo que arrojaron las urnas, es un claro mensaje a la clase política, lo dijo Kenny en su espaldarazo a Rauchenberger “la gente vota a las personas” y esto quedó demostrado en esta elección porque un candidato sin estructura, sin historia, con apenas dos años de campaña se alzó con un triunfo histórico ganando en lugares impensados como por ejemplo Telén. 

¿Qué votó la gente?
Esa es la pregunta que todos nos hacemos y creo que la gente voto en contra de…
Un modelo desgastado que no supo dar respuestas concretas en décadas…
Una propuesta cargada con un pasado de corrupción y dádivas, viviendo de la política...
Una clase política que como una monarquía van pasando entre las familias de “nombre” los cargos perpetuándose  en el poder…
La gente votó en contra de una situación económica que asfixia y que no permite vivir, sino muy por el contrario a una amplio sector solo sobrevivir…
Votó en contra de lo que tenemos y a favor de lo que vendrá con los temores lógicos de todo cambio…

Pero más allá del resultado hoy los argentinos nos encontramos frente a la incertidumbre de no saber que pasará después del 10 de diciembre, y eso aunque no nos guste nos deja una esperanza de futuro mejor.

No habrá que esperar milagros y vendrán tiempos muy duros donde a mas de uno le harán plantearse si fue la decisión acertada, pero habrá que esperar que las medidas que se anunciarán  el 10 de diciembre empiecen a funcionar. 
El presidente electo ya habla de dos años para bajar la inflación, ya no habla de quitar la coparticipación, ni de privatizar la educación o salud…
Si habla, al igual que lo hizo Macri en su momento de el primer semestre muy duro…

En el orden provincial el gobierno sufrió un importante revés, porque luego de haber ganado en las generales el pueblo dijo nó en esta oportunidad, y esto hará replantearse un montón de dudas y cambios en la forma de gobernar para que este resultado no se traslade al 2027. 

En el orden local, se repitió lo que sucedió en el país y no pesó prácticamente la postura de Kenny manifestando un apoyo al candidato Massa, ni la postura que tomaron varios dirigentes radicales cuidando sus municipios. 

Milei obtuvo 2174 votos y Massa 1915 una diferencia de 259   que aplicando la división por ser polarización queda reducido a 130 personas más que votaron a Milei. 

Habrá que ver en los días venideros si como sucede en todos los ámbitos, los políticos tienen la capacidad de reinventarse y lograr mejor propuesta y mejores resultados, porque quedó en  que la gente aprendió y sabe votar.