10 de diciembre de 2024
El primer año de Milei Presidente: el outsider que impuso un nuevo orden libertario y popular
El jefe de Estado llega con imagen positiva y fortalecido en las encuestas. El análisis de los primeros doce meses de una gestión que se propuso cambiar el sistema político y económico y puso en marcha una batalla cultural contra la izquierda. La opinión de Federico Aurelio, Facundo Nejamkis y Lucas Romero
Javier Milei asumió la presidencia con la promesa de romper con las estructuras tradicionales y devolver el protagonismo a la libertad económica y al orden institucional. A un año de su llegada al poder, su gestión ha marcado un antes y un después en la política argentina. Con niveles de apoyo social que se han mantenido sorprendentemente estables, incluso en un contexto de ajustes económicos profundos, el presidente libertario logró imponer una agenda disruptiva que transformó el mapa político del país y puso en crisis a las fuerzas tradicionales.
El cumplimiento de sus promesas, la estabilización macroeconómica y la implementación de medidas destinadas a reforzar el orden público y la autoridad presidencial se consolidaron como los pilares de su gestión. Sin embargo, estos avances aún no se reflejan plenamente en el bienestar cotidiano de la población, dejando pendientes importantes en términos sociales y microeconómicos.
Analistas como Facundo Nejamkis (Opina Argentina), Federico Aurelio (Aresco) y Lucas Romero (Synopsis) consultados por Infobae coincidieron en que Milei conduce un proceso político excepcional, que no registra antecedentes y que logró capitalizar su carácter outsider para desafiar los límites del poder político tradicional. En su primer año, el mandatario consolidó un bloque de apoyo que va desde un núcleo ideológico firme hasta votantes esperanzados en una recuperación económica, a pesar de las dificultades del presente.
Este periodo inaugural de gestión no estuvo exento de tensiones y desafíos: momentos de caída en la imagen presidencial, conflictos con la oposición y resistencias dentro de una sociedad marcada por la polarización. A pesar de esto, Milei se posicionó como el eje central de la política argentina, desplazando al histórico enfrentamiento entre kirchnerismo y antikirchnerismo, para reorganizar el debate en torno a su figura.
Los ganadores de este nuevo escenario incluyen a Milei y su entorno cercano, junto con algunos gobernadores que lograron destacarse en sus gestiones provinciales. Por el contrario, los mayores perdedores parecen ser las fuerzas tradicionales, especialmente Juntos por el Cambio, que enfrenta una fragmentación sin precedentes, y un peronismo que aún lidia con el desafío de renovar liderazgos mientras Cristina Fernández mantiene su influencia.
El primer año de Milei como presidente ha desafiado paradigmas históricos y planteado interrogantes sobre el futuro del país. Su estilo de gobierno, su capacidad para cumplir metas económicas y la reconfiguración del sistema político han transformado la dinámica del poder en Argentina. Sin embargo, los desafíos pendientes, especialmente en el plano social y la economía cotidiana, determinarán si este proyecto libertario logra consolidarse como una fuerza transformadora o se enfrenta a los límites de su propio impulso disruptivo.
“Milei termina su primer año de gobierno con su base electoral casi intacta, con los mismos niveles de apoyo con los que arrancó, después de un año de ajuste, recesión y el impacto que tuvo y todavía tiene en la estructura social. Los niveles de apoyo no han variado”, aseguró Nejamkis. El analista de opinión pública interpretó que esa estabilidad se basó, principalmente, en “el cumplimiento de su promesa electoral: Milei es un presidente que dijo lo que iba a hacer y lo cumplió”.
El director de Opina Argentina destacó que una palabra define el nuevo escenario: orden. El presidente argentino, de acuerdo a esa mirada, reconstruyó la noción de orden, basado en tres pilares: orden económico, orden público y orden derivado de la autoridad presidencial. Nejamkis explicó que el orden económico Milei lo logró mediante el descenso del gasto público, la baja de la inflación y la estabilidad en el tipo de cambio, que la gente valora y da certezas. Para el analista, el Presidente tiene apalancado el orden público en el control del espacio público y en la creencia de la gente de que es un gobierno que tiene a la seguridad como una de sus prioridades. Por último está la reconstrucción de la autoridad presidencial en la figura de Milei, que se contrapone con los últimos presidentes, de poder acotado.
“Es inédito que el apoyo social se sostenga en un contexto de ajuste, y con un presidente que es un outsider y tiene casi cero recursos políticos e institucionales, porque no tiene gobernadores, ni intendentes, tiene poquitos diputados, poquitos senadores, ni gremios, ni organizaciones sociales”, explicó. El titular de Opina Argentina describió que Milei desarrolló una presidencia que estuvo todo el tiempo a la ofensiva, con una agenda muy vertiginosa, disruptiva, que desorganizó las viejas formas de la política y el clásico enfrentamiento kirchnerismo - antikirchnerismo. “El Presidente reorganizó un nuevo mapa político, donde él es el centro y la política se organiza a favor o en contra de él”, destacó.
En ese sentido, resaltó que el primer mandatario puso en crisis a todas las estructuras políticas, “hasta el peronismo ha quedado sometido a una crisis a partir de la emergencia de él”. Pero también Milei demostró capacidad para superar momentos de zozobra con cierta solvencia, como el que tuvo que enfrentar entre junio, julio y agosto, donde la imagen del gobierno cayó, se generaron muchos interrogantes sobre la fortaleza del programa económico.
“Apareció la oposición con dos temas de agenda que son muy sensibles en la sociedad argentina, como son los jubilados y las universidades, pero el Gobierno logró contrarrestar. Estabilizó la economía, logró que la inflación volviera a descender, estabilizó el tipo de cambio, acortó las brechas. No solo eso, sino que también logró neutralizar a la oposición vetando las dos leyes y desanimó a la oposición a plantear una agenda alternativa”, manifestó Nejamkis.