Jueves 8 de Mayo de 2025

7 de mayo de 2025

Murió un enfermero pampeano porque tardaron en transfundirle sangre por ser testigo de Jehova

Nicolás Bisterfeld, enfermero pampeano de 43 años radicado desde hace dos décadas en Viedma, falleció el pasado domingo 20 de abril, una semana después de haber sufrido un grave accidente en moto. Su muerte causó conmoción en Río Negro y en las redes sociales, donde colegas y allegados expresaron profundo pesar.

El hecho ocurrió hace alrededor de 15 días, cuando Bisterfeld circulaba en moto por el Puente Viejo de Viedma y protagonizó un accidente que le provocó un Traumatismo Cráneoencefálico (TEC) grave. Además, en el momento del rescate, sufrió un paro cardiorrespiratorio que pudo ser revertido, según confirmó el medio NoticiasNet.

A raíz del delicado cuadro clínico, los médicos del Hospital Zatti señalaron la necesidad urgente de una transfusión de sangre para estabilizarlo y permitir una posible cirugía. Sin embargo, el procedimiento se demoró debido a que el paciente era testigo de Jehová, religión que rechaza las transfusiones sanguíneas por motivos doctrinarios.

La familia informó esta postura al personal médico y al Juzgado de Familia Nº 5, a cargo de la jueza Ana Carolina Scoccia. Aunque Bisterfeld no había dejado constancia escrita rechazando transfusiones, su esposa se opuso a autorizarla por respeto a sus creencias religiosas.

Este escenario planteó un conflicto ético y legal entre la autonomía de la voluntad (la libertad religiosa del paciente) y el derecho a la vida, que requirió la intervención judicial. La jueza Scoccia autorizó finalmente al hospital a proceder con todos los tratamientos necesarios, incluida la transfusión, fundando su decisión en la urgencia de la situación, la falta de directivas anticipadas por parte del paciente y el deber del Estado de proteger la vida.

Pese a la intervención médica, el enfermero falleció días después, sin poder superar la gravedad de sus lesiones.

La noticia generó una oleada de mensajes de despedida en redes sociales. Colegas, amigos y pacientes lo recordaron como un profesional comprometido y una gran persona. “Muchas guardias de terapia y charlas compartidas con Nico… sin palabras. QEPD”, escribió un compañero. “¡Excelente persona y profesional! Un ejemplo para todos”, expresó otra allegada.

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